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jueves, 15 de mayo de 2014

El teatro griego y su vinculación con la mitología. Un origen lúdico y mágico

Tal como estamos planteando a lo largo de los posteos de nuestro blog, la intención es conocer diferentes aspectos vinculados con la MITOLOGÍA GRIEGA. En esta oportunidad, daremos una presentación general sobre el teatro, su origen y la relación con la religión...  ¿Nos acompañan?
Zeus, el rey del Olimpo

Rastrear el origen de las manifestaciones teatrales en Grecia no resulta tarea sencilla. Lo cierto es que el teatro nació unido al juego, a la magia, a las ceremonias religiosas.

Los actores griegos y sus máscaras


La religión para el mundo griego tenía un carácter popular, no dogmático: los hombres la practicaban del mismo modo que ejercitaban cualquier otra actividad cotidiana. Estaba presente en todos los actos de la vida, en la educación, en el arte, en los ejercicios gimnásticos, en el trabajo en general, y aparecía asociada al Estado, en forma particular; los dioses pertenecían no sólo a la colectividad de los fieles, sino también al Estado, por eso las ceremonias religiosas eran públicas e intervenían en ellas la mayoría de los miembros de la comunidad con cantos, danzas, música. Aquellos que no tenían participación activa, también asistían como espectadores.
Copa de los Comastas, -575 (escena de orgía)

El antiguo teatro tuvo, entonces, su origen en el culto que se realizaba en honor a los dioses, en especial para celebrar a Dionisos, divinidad de la naturaleza elemental que encarnaba el mito circular de la fecundidad, que nacía y moría cada año para renacer. Dios amable, placentero, pero a la vez, como toda divinidad antigua, con una doble naturaleza, terrible, destructiva, frenética. En él se aúnan, como en las dos máscaras del teatro, rasgos positivos, benéficos y aspectos negativos, dramáticos que provocan la risa y el placer, el llanto y el dolor de los mortales.
Dionisos, dios del vino



Los ritos que expresaban el exceso de dolor por la muerte y la alegría por la resurrección del dios tenían un carácter orgiástico. Se representaba a Dionisos acompañado de una comitiva embriagada de sátiros. Las mujeres que lo celebraban, conocidas como las Bacantes, danzaban enajenadas en torno a su efigie y se enfervorizaban hasta enajenarse. Bailaban, con sus cabellos sueltos, coronadas sus cabezas con hiedras y serpientes. En el marco de la celebración de la fiestas en honor a Dionisos, surgen las representaciones teatrales, que se van profesionalizando a medida que transcurren los años...

En la siguiente presentación, encontrarán las tres grandes fiestas en las que se llevaban a cabo las representaciones, en diferentes épocas del año. ¿Y saben qué? Los griegos no tenían vacaciones ni feriados. Los únicos momentos del año en los que descansaban del trabajo eran estas fiestas... ¡Imaginen lo esperadas que eran!



Les dejamos este video para que sigan interiorizándose en el tema. ¡A disfrutar de este viaje por los caminos de la tragedia y la comedia griegas!



Sitios consultados: 

Barthes, Roland (1982). Lo obvio y lo obtuso. Buenos Aires: Paidós. Consultado en este enlace.

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